Lo primero es empezar a explicar que las grietas son lesiones mecánicas que presentan un corte
alargado de mayor abertura entre sus bordes a deferencia de las fisuras las cuales su corte solo afecta a la superficie del elemento o su acabado, las grietas normalmente de 3
milímetros en adelante son de mayor profundidad y que
pueden llegar a afectar todo el espesor del elemento constructivo, generando
su rotura. Estos cortes pueden ser de origen primario, como cuando se
producen por la acción directa de cargas, o se pueden deber a causas
secundarias como resultado de otras deformaciones previas.
Una de las formas de caracterizar tipológicamente las
grietas es a través de las causas que le dieron origen y determinando los
materiales y la técnica con la que fue ejecutado el elemento afectado, pues
esto contribuye a caracterizar el proceso patológico y su aspecto morfológico. A simple vista, se pueden indentificar en cualquier material
las grietas de origen más común debido a sus formas tan particulares. Ya que las
grietas en la estructura, por su posición, dirección, abertura y
desplazamiento relativo entre los bordes de las mismas, orientan inicialmente
hacia las posibles causas que las produjeron.
Los daños por contracción térmica se hacen presentes tanto en
estructuras de concreto como en mampostería, son causadas por cambios de
volumen cuando varía la temperatura, induciendo a movimientos de contracción o
de dilatación.
En columnas y muros, las discontinuidades se
manifiestan verticalmente. El recurso más habitual para prevenirlas es disponer
juntas de dilatación que limiten las deformaciones.
Las fisuras ramificadas o en mapa son similares en su
aspecto, con la salvedad de que son provocadas por una diferencia de humedad.
Mientras que las lesiones por asentamientos diferenciales
también son muy usuales y son causadas por el descenso o elevación diferenciado
de un punto de la cimentación con respecto al resto. La causa del problema
tiene que ver con la resistencia a la compresión de los suelos y a su nivel de
agua. Dependiendo de la humedad, la estructura se empuja hacia abajo o hacia
arriba provocando grietas verticales. Si se apoya una pared muy larga sobre un terreno con poca
resistencia, es posible que no se forme un arco de descarga por estar muy
alejados los puntos de arranque. La consecuencia será la aparición de una
grieta horizontal en el sector inferior del muro.
La fisuras por aplastamiento es otra de las principales
afecciones que se produce por un exceso de carga, dando origen a fisuras finas
y verticales acompañadas de ramificaciones laterales. Ese aplastamiento puede
producir un pandeo, si se trata de muros altos y esbeltos, mostrando grietas
horizontales, con la particularidad de que serán abiertas en una de las caras y
cerradas en la otra.
Las deformaciones
por exceso de flecha, se da puesto que la construcción moderna tiende hacia el diseño
de estructuras muy flexibles y deformables. Las flechas pueden producir
aplastamientos en la parte superior de una pared, grietas en la inferior y
pandeo en el centro, en forma simultánea o independiente.
En el caso del concreto, las grietas y
fisuras pueden ser el inicio de una cadena de males mayores. En las estructuras
expuestas a la intemperie con recubrimientos insuficientes, suele aparecer
corrosión en el acero, provocando una paulatina rotura de la superficie de
la estructura. Por lo que en caso de detectar alguno de estos tipos de grietas es conveniente asesorarse correctamente ya que existen gran variedad de productos y marcas que pueden ayudar a dar solución a este tipo de problemática.
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